sábado, 23 de marzo de 2013

Pequeña


Narra April

Nos fuimos cada una a su casa y al llegar me metí directa en la cama, no tenía ganas de hacer nada después de lo que había pasado la noche anterior me puse a leer y al cabo de unas horas me quedé dormida, a la mañana siguiente sonó el despertador y me desperté, me arreglé y le pedí a Aly que me viniera a buscar, no tenía suficiente valor para ver a Sergi, aún.
Llegamos al instituto y fuimos a clase, estaba nerviosa por contarles todo lo que había pasado la noche de la fiesta. Llegó el almuerzo y les dije a las chicas que quería hablar con ellas. Les empecé a explicar lo que había pasado, al terminar me sonó el móvil, no me lo podía creer era él, Sergi.
-          -Por favor April, sal -suplicó Sergi justo cuando descolgué el teléfono. Sergi colgó el teléfono.
-        -¿Me ha colgado? – pregunté a nadie en concreto.
Salí sin esperar respuesta y encontré a Sergi parado en le puerta del instituto y esperando a  que entrara en el coche. Entré sin decir nada y arrancó el coche.
Al cabo de diez minutos Sergi paró y se giró para mirarme. No sabía que decir ni que era lo que quería decirme estaba muy nerviosa.
-         - ¿Qué quieres Sergi?
-          Me he dado cuenta de una cosa.
Pasaron unos instantes  que me parecieron horas. Al no contestar le pregunté:
-          -¿Qué cosa?
-          -Me gustas tanto que no me importa lo que la gente pueda pensar y…
No me lo podía creer antes de darme cuenta le besé sin dejarle terminar lo que estaba diciendo. De repente sonó su móvil. Se separó unos centímetros maldiciendo en susurros a la persona que estaba llamando y contestó.
-          -¿Qué quieres Aly?- dijo al contestar el teléfono. Al oír ese nombre me puse nerviosa, no quería que Aly se enfadara conmigo por estar así con su hermano.
-          -Es lo que iba a hacer si no hubieras interrumpido, hermanita, luego hablamos.- Colgó el teléfono y me miró.
-          lo que intentaba decirte, April, es que  me he dado cuenta de que me gustas demasiado como para importarme lo que la gente piense, y me gustaría que saliéramos juntos, ¿qué dices?
Me quedé mirándolo sin saber si era un sueño no me salían las palabras, me moría de ganas de decirle             que si pero la palabra no salía.
-         - April? Contéstame por favor
-          -Claro que quiero salir contigo Sergi! – dije abrazándolo como pude ya que estábamos dentro de su coche, cogió mi mentón y lo levanto para poder mirarme a los ojos y me besó, fue el beso más romántico que me han dado en toda mi vida.
Volvimos al instituto y me dejó en la puerta.
-          -Pasaré a recogerte al terminar las clases en el parque que hay aquí al lado.
-          -No tardes mucho
Salí corriendo del coche no sin antes darle un pequeño beso en los labios, aún llegaba a las dos últimas clases.
Las horas me pasaron exageradamente lentas. Al sonar el timbre salí corriendo hasta el parque. Solo habían pasado dos horas y ya tenía ganas de volver a verlo.
Al llegar me encontré con quien menos ganas tenía de encontrarme y mi humor pasó de ser de felicidad máxima a odio extremo.
-         - April, no esperaba encontrarte aquí – dijo como si fuéramos amigas.
-          -Marta, que sorpresa – dije poniendo mala cara.
-          -¿No pierdes el tiempo no? – pregunto ella.
-          -¿El tiempo? – pregunté totalmente desconcertada.
-          -Todo este tiempo has utilizado a tu “amiga” para poder salir con su hermano y al final lo has conseguido, ya decía yo que no podías ser amiga de ese bicho raro por otra cosa.
Al oír eso fui directa a darle una bofetada pero antes de que pudiese hacer nada Sergi me agarró por la cintura y me dijo al oído que me tranquilizase.
-          -¿Quién te piensas que eres? – le preguntó Sergi a  Marta – como vuelvas a dirigirle la palabra a ella o a mi hermana o digas cualquier cosa sobre ellas te destrozare la vida, recuerda que mi mejor amigo es tu ex novio y no quieres que cuente porqué pasó de ser tu novio a ser tu ex ¿verdad?
-         - Yo… lo siento no volveré a molestarlas, lo siento – dijo Marta más roja que un tomate y salió corriendo de allí.
-          -Siento esto, pequeña no hagas caso de lo que dice, tu y yo sabemos que eso no es verdad y…- levantó los ojos y me miró, yo lo estaba mirando embobada – que pasa? ¿He dicho algo gracioso?
-          -¿Cómo me has llamado? – pregunté mientras una enorme sonrisa me partía la cara.
SSergi empezó a reír  me cogió por la cintura y me besó, retiro lo que dije antes, sus besos siempre son mejores que el anterior. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario